martes, 23 de enero de 2007

JUANITA: ELLA Y SUS CIRCUNSTANCIAS


Indudablemente la sociedad ha cambiado. No solo los parámetros ideológicos, políticos, económicos y educativos han acompañado éste cambio, sino que nuevas tecnologías se han incorporado en esta alfombra mágica ascendente, en la que nos desplazamos a velocidades vertiginosas, dejando en cada logro algo muy importante que pudo servir de escalón para el crecimiento.
En los años ’60 primaban valores pacifistas como respuesta a los
rumores de guerra entre oriente y occidente; a la crisis de los misiles
y al fuego en Vietnam. Aunque grupos mas accionarios optaran por
la rebeldía del Mayo Francés, otros cambiaban una rosa por un beso o se manifestaban en la Primavera de Praga.
En nuestro país se hablaba de “Penetración cultural”, de música imperialista, de metodologías educativas basadas en la ideología en que nos había tocado en suerte caer tras la repartición del mundo en la Conferencia de Yalta.
Teníamos una identidad: Occidentales y Cristianos. Reinaban la T.V., la radio estaba en un inmerecido letargo y la prensa atacaba desde el amarillismo hasta el periodismo de investigación. Ya hacía mucho tiempo que una cocinera, que hubiera pasado una década atrás por radio sus recetas, patrocinada por la compañía de Gas, apareciera en pantalla secundada por una obediente asistente llamada Juanita.
Los ’70 sorprendieron a nuestra sociedad con sacudones políticos e ideológicos, con antagonismos pretenciosos de poder. La bibliografía, el cine y el arte en general estaban supeditados a la censura. Se podía ver algo, no todo. La información se tamizaba y los decretos fijaban un porcentaje de música nacional seleccionada y otra extranjera. Fuimos bautizados “Derechos y Humanos”.
La T.V. paralizaba al país con la inagotable como sorprendentemente kitch historia de un taxista y una jovenzuela de clase alta.
La Vieja cocinera seguía dando sus recetas secundada por su obsecuente Juanita. Ya nos apiadábamos de esa mujer que tras su ama, intentaba una coreografía llevando y trayendo trastos llenos y vacíos a la órden de ¡Juanitaaaa!.....
La acicalada cocinera explotó uno de sus repetidos furcios en un aviso comercial diciendo “Estos fideos son un PUEMA!, frase que quedó acuñada en el folklore argentino.
En la etapa de transición política nacional, no se tuvo tiempo para definir que tipo de penetración había sufrido el ciudadano medio, a ciencia cierta se sabía que HABÍA SIDO PENETRADO. No obstante el acceso a nuevas tecnologías atrapaban a todos en general y a la infancia en particular, siendo una de sus mejores armas los juegos electrónicos.
Se fue perdiendo la esencia de lo cotidiano, de lo rutinario, de lo ritual y nos dominó la nueva tecnología, una forma diferente de poseernos y controlar nuestras voluntades.
Entramos a esta nueva etapa de globalización, manejando computadoras, teniendo acceso al mundo entero mediante 1 peso por hora de internet en la mayoría de los cybercafés, nueva forma de agruparse ya no a adorar, sino a ordeñar en conjunto a la vaca sagrada de la informática. En este proceso de crecimiento se perdieron valores sociales y por supuesto, personales. Prima la vertiginosa carrera contra los chips que debemos ganar para poder seguir en el sistema como en el juego de la oca: si se termina el chip, aunque el cartucho esté lleno, no sirve.... vuelve al punto de partida. Se imponen valores mas deshumanizados como la exclusión, la “nominación” para que un individuo esté fuera de un sistema, sea éste perverso o nó y el amor es ya “Con barreras”.
Tantos son los valores perdidos como los divertimentos ganados. Ya toda una generación creció con el control remoto de su televisor incorporado, desconociendo que hubo una época cercana en que esa caja nos atrapaba en blanco y negro, tenía 13 canales y una “U” y estaba prohibido decir algunas palabras. Para la mayoría solo hubo un Papa que duró toda la vida. No sabían leer cuando García Márquez ganó el premio Nóbel. Pudieron ver el Winco en el museo de la ciudad y jamás se bañaron pensando en Psicosis. No saben del Llanero Solitario ni de Música en Libertad, tampoco el significado del Tesoro de la Juventud. Esta generación vota, ingresa a las facultades, se postula en candidaturas a cargos electivos, cree que el azúcar siempre fue molida; no distingue la diferencia entre un alimento azucarado y otro edulcorado con sacarina y ciclamato y no conoce quien fue Juanita en la iconografía argentina, lo peor: esa generación tiene poder.
Otra generación de argentinos dijo a quien estaba asistiendo o sirviendo: “hago bién de Juanita, no?” o “Me hacés trabajar como Juanita....”, refiriéndose al trato o a la tarea que le había tocado en suerte.
Hoy todos somos Juanitas. Obedecemos, nos adaptamos y en circunstancias, por caprichos perversos de quien detenta una pequeña cuota de poder, aceptamos las condiciones impuestas al solo efecto de defender un espacio, infringiendo una ley natural e inevitable de causa y efecto. No obstante, a diferencia de Juanita, quien silenciosamente obedecía órdenes de Doña Petrona, nosotros no sabemos quién es nuestra Doña Petrona, conocemos sus personeros más próximos y solo sabemos que hay una voz, humana o nó, calificada o nó, que ordena.


PAGINAS RELACIONADAS:
Doña PetronaEnciclopedia Virtual sobre Argentina, su historia , geografia y literatura.Mas de 25.000 links internos, con sonido , video .www.todo-argentina.net/historia/ videos/peronismo/dona_petrona.html - 13k

1968: Manifiesto Mayo FrancésEDUCACIÓN, 1968: Manifiesto Mayo Francés. Federico Martín Maglio. "Un puebloinculto es ... MANIFIESTO MAYO FRANCÉS DE 1968. Universitarios franceses ...www.fmmeducacion.com.ar/Historia/ Documentoshist/1968manifiestomayofrances.htm - 16k

La "Primavera de Praga", 1968... Sin embargo, la "Primavera de Praga" era vista con aprensión en Moscú. ...El héroe de la "primavera de Praga" fue expulsado del partido en 1970 y tuvo ...www.historiasiglo20.org/GLOS/primaverapraga.htm - 29k

No hay comentarios: