Caminando entre los puestos del mercado de pulgas de Rosario, cuando funcionaba en plaza Pringles, me
detuve frente a uno que amontonaba objetos variados, algunos viejos, otros considerados como antigüedades y otros de un vulgar plástico sucio de tierra. Anidaban allí el carocero de aceitunas, el pingüino de sangría, los lentes sin marco, discos de pasta, sombreros de alguna señorita de los ’40, figuritas de lata, trompos y, buscándome, llamando mis ojos, entre esa maraña ecléctica, una postal muy especial que señalaba el enamoramiento. Casi se diría que los enamorados del tarot, una pareja dentro de una postal a cuyo pié se leía:” Afectuosamente: Norberto Blescio y Nancy Valdez.” Publicidad de una desaparecida casa Bressan (luego Bressan Hogar para los cuarentones), con un sello el cine MAJESTIC PALACE, de calle Corrientes 1241.
¿Quénes eran?... para muchos dos ignotos, para otros dos ilusionistas que, solamente con su voz seductora nos acercaban al amor, al odio, a la venganza o al suspenso del próximo capítulo del radioteatro.
Fue entonces cuando, cabalgando junto a Nazareno, o con la musica del León de Francia, con esos ritmos cuidadosamente elegidos que preludiaban cada capítulo, llamaban a todos junto a la radio, con el perfume de las rosquitas y el mate en la vereda, volví a esa ilusión de mi primera infancia.
Alfredo Alcón interpretando noche tras noche el interminable concierto N° 1 de Chopin, anunciaba el comienzo del radioteatro Palmolive del aire, con el que nueve de cada diez estrellas de cine se habían hecho famosas por lavarse la cara y por que nó otras zonas, entre ellas, la novia: Ercilia Olivera Garcés, o su rival María Rosa Gallo quienes competían por el amor del sempiterno Alcón.
Ellos convivían con nosotros todos los días sin siquiera saber que existíamos. Eran nuestra visita y sin conocernos, compartíamos sus tristezas y alegrías. Nos hacían odiar y amar, todo a través de la mágica forma que les daba nuestra imaginación.
Federico Fábregas, al igual que Miñosi en Rosario; Oscar Casco, con Susy Kent, eximia pianista o la siempre mala Hilda Bernard por Radio Belgrano, fueron algunos de los muchos que construyeron un mundo dentro de nuestros mundos, con un género que tuvo su momento de esplendor y que para algunos nostálgicos quizá retorne.
PAGINAS RELACIONADAS: Museo de la palabra: http://www.radiomitre.com.ar/archivo.asp
detuve frente a uno que amontonaba objetos variados, algunos viejos, otros considerados como antigüedades y otros de un vulgar plástico sucio de tierra. Anidaban allí el carocero de aceitunas, el pingüino de sangría, los lentes sin marco, discos de pasta, sombreros de alguna señorita de los ’40, figuritas de lata, trompos y, buscándome, llamando mis ojos, entre esa maraña ecléctica, una postal muy especial que señalaba el enamoramiento. Casi se diría que los enamorados del tarot, una pareja dentro de una postal a cuyo pié se leía:” Afectuosamente: Norberto Blescio y Nancy Valdez.” Publicidad de una desaparecida casa Bressan (luego Bressan Hogar para los cuarentones), con un sello el cine MAJESTIC PALACE, de calle Corrientes 1241.
¿Quénes eran?... para muchos dos ignotos, para otros dos ilusionistas que, solamente con su voz seductora nos acercaban al amor, al odio, a la venganza o al suspenso del próximo capítulo del radioteatro.
Fue entonces cuando, cabalgando junto a Nazareno, o con la musica del León de Francia, con esos ritmos cuidadosamente elegidos que preludiaban cada capítulo, llamaban a todos junto a la radio, con el perfume de las rosquitas y el mate en la vereda, volví a esa ilusión de mi primera infancia.
Alfredo Alcón interpretando noche tras noche el interminable concierto N° 1 de Chopin, anunciaba el comienzo del radioteatro Palmolive del aire, con el que nueve de cada diez estrellas de cine se habían hecho famosas por lavarse la cara y por que nó otras zonas, entre ellas, la novia: Ercilia Olivera Garcés, o su rival María Rosa Gallo quienes competían por el amor del sempiterno Alcón.
Ellos convivían con nosotros todos los días sin siquiera saber que existíamos. Eran nuestra visita y sin conocernos, compartíamos sus tristezas y alegrías. Nos hacían odiar y amar, todo a través de la mágica forma que les daba nuestra imaginación.
Federico Fábregas, al igual que Miñosi en Rosario; Oscar Casco, con Susy Kent, eximia pianista o la siempre mala Hilda Bernard por Radio Belgrano, fueron algunos de los muchos que construyeron un mundo dentro de nuestros mundos, con un género que tuvo su momento de esplendor y que para algunos nostálgicos quizá retorne.
PAGINAS RELACIONADAS: Museo de la palabra: http://www.radiomitre.com.ar/archivo.asp
LA PAGINA DE ROBERTO DI CHIARA TIENE UN ENLACE CON UN ARCHIVO DEL RADIOTEATRO PALMOLIVE DEL AIRE. ESCUCHALO.
1 comentario:
Excelente posteo, muchas cosas ciertas, y quizas tristes, pero es la realidad. La pregunta, es ¿Que seremos en el futuro?
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